I'll see you in my dreams.

Amanece un día nuevo, y con él miles de oportunidades, y sin él, amaneces tú. El silencio te balancea, huele a café. Te aferras al edredón, sólo cinco minutos. Te levantas y decides coger un tren. Un tren sin un destino fijo, el destino es él. Quizás hoy le encuentres, puede que mañana, o que un día de estos venga a por ti.

Probablemente no aparezca, ni hoy, ni mañana, si no, cuando le dejes de buscar. El único inconveniente es que le sueñas cada noche, su cara se emborrona a la mañana, pero su mirada perdura, sus ojos color avellana están grabados en tu retina. 

No te complica la vida, al fin y al cabo es tan sólo un sueño, pero tienes una pequeña ilusión por la cual es posible que el sueño se haga realidad...

... pero por si acaso; cántame para dormir, te veré en mis sueños.

No está todo perdido.

No voy a culpar a nadie de no comprenderme, mil veces ni yo atino a ello. 

Absolutamente nadie es capaz de borrar la permanencia de mi sonrisa, he crecido y he aprendido a no defraudarme por pequeñeces, al menos no por mucho tiempo.

Di tú que si te defraudan es por la confianza que un día pusiste, así que también he aprendido a confiar en quien no me falla, así todos felices.

No sé si sigo igual o he cambiado todo mi ser, puede que ya no sea tan enamoradiza, ya no confíe en encontrar el amor al doblar la esquina de mi portal, puede que ahora sea algo más realista.

No sé a lo que aspiro, ni a lo que dejo de aspirar. No sé lo que voy a hacer esta tarde, ni mañana, ni dentro de un mes, pero aún así quiero planificar muchos días, tener muchos planes, y muchos sueños, tantos como días viviré.

Quiero ser única y especial, irracional, impredecible, quiero ser ese tipo de persona que encaje contigo, aunque aún no sepa quien seas tú. Sí, una contradicción, pero, así es más divertido. 

Luego están los días de invierno iluminados por las luces de navidad, los de verano, con sus noches. Cualquier época del año tiene su pequeño encanto. Lo importante es saber con quien disfrutarlas.

Y, como decía Bécquer mientras responda el labio suspirando al labio que suspira, mientras sentirse puedan en un beso dos almas confundidas... Nada está perdido, todo sigue y continúa, y quienes tienen que terminar juntos, terminarán. 

Aprender a caer antes de caminar.

«Nos dijisteis que hiciéramos el amor… y no la guerra. Os hicimos caso, ¿por qué entonces el amor nos hace la guerra?»

Yo nací para estar en un conjunto.

Es tiempo de reconciliarse.
De volver a sentirte completo.
De juntarse en una cena y mirar las personas una a una y darse cuanta que están ahí porque las quieres, aprecias y son importantes para ti.
Es tiempo de agradecer, de analizar todo lo ocurrido.
Ser nosotros mismos otra vez.
Reír alto y bien fuerte.
Abrazarnos con el amor que esperábamos.
Cerrar los ojos y sentirse realizado, saber que estás haciendo lo correcto.
Es tiempo de amar y ser amados, de volver.

Hay pequeños detalles que siempre serán eternos.

Nunca nadie supo la verdad.

Ahora todo empieza.
Sonreír al aire, sin motivo.
No es por causa del pasado, tampoco del presente, ni del posible futuro. Quizás sea por causa de un sueño escondido.
La concentración va y viene, los exámenes pasan, como los días.
Se espera el futuro con ansia, aún a sabiendas de su corta duración.
Todavía no ha habido un problema que no se haya resuelto, no ha habido un sólo día en que el corazón haya sangrado.
Nada ha terminado.
No hay una sola cosa cierta, tampoco hay una sola mentira. 
No se trata de vivir por la sonrisa de nadie, aunque a veces sea inevitable.

Pero nos encontramos en Noviembre, el mes de los sentimientos difusos, el mes de las decepciones y las alegrías.

El pasado está superado, pero la lección no está aprendida.

Las noches que no mueren.

No se trata de estar sola o de estar acompañada, se trata de estar con buena compañía, y en ocasiones la mejor compañía es la soledad.

Las noches eternas mueren, y que los besos saben todos igual. 

Las sonrisas son efímeramente preciosas, y los ojos son el espejo del alma, sólo dentro de ellos puedes ver el amor. Sino lo ves será que no es tu amor.

Hay algo que siempre vivirá, pase lo que pase, y es el corazón, nunca te podrás vacunar de los sentimientos. A veces te harán sonreír, otras tantas llorar. Pero te harán sentir persona.

Haz lo que quieres de verdad, pero, no te eches a perder, otra vez no.

Desde aquí escucho una dulce melodía que me inunda de bonitos recuerdos, sólo se trata de cerrar los ojos y creer que todo es verdad. 

Pese a todo sé que nunca cumpliré eso de la soledad, por mucho que me ponga dura. Me gusta tener siempre a alguien junto a mi, sentir que no estoy sola. Que aunque las noches mueran siempre nos quedará la ilusión, y que los besos saben igual, pero no sientes lo mismo.

Celebraré que la felicidad nos abraza una vez más como si fuera a ser eterno.

Le susurré al tiempo que la batalla terminó, que ya he aprendido la lección, no cometeré el mismo error. 

O, quizás, sí.

Me sobran motivos para besarte, me faltan ganas para no hacerlo.

Corremos en ocasiones en la misma dirección, acompasados, otras veces tan sólo huimos en la dirección contraria. 
Abrazamos lo desconocido, buscando el calor que no nos supo dar lo conocido.
Tenemos lo que queremos tan cerca y tan lejos. Es tan fácil y tan difícil.
Vemos constantemente cosas dónde no las hay, y no las vemos dónde de verdad están.
Acaparamos la atención sólo con una sonrisa, creemos que nunca daremos un paso un falso, que somos más listos que eso, y calculamos cada movimiento. Y cuanto más lo calculamos, mayor es el fallo.
Luego está él, que te rompe los esquemas, y te los pega en pedacitos. Que es tan perfecto como siempre imaginaste y tienes tanto miedo como nunca quisiste tener.
Ya no llegas a calcular, ya no quieres correr, o quizás estés corriendo más que nunca.
Llega un momento en el que te das cuenta que estas sintiendo de más, pero aún así eres feliz. Al menos por ahora.
Y después despiertas del sueño. 
La realidad te golpea con fuerza, pero tus piernas siguen temblando.

A ver que pasa con tú y yo, a ver que pasa con los dos, a ver que pasa con todo, me digo.

Ojalá nos durara todo más de medio suspiro.

He soñado en otra vida, en otro mundo.

Duerme tranquila. Su sonrisa demuestra su alegría y serenidad.
Lleva mucho tiempo sentada en el mismo sofá, anestesiada por dentro.
Capaz de curar las emociones, capaz de solucionar las comeduras de cabeza de los demás.
Ella es el tipo de personas que tiene una sonrisa sincera, que encuentra flores en el asfalto.
Desea lo mejor para ti. Eso si, promete no besar más sapos.
Por dentro está llena de taras y risas. Está desaprendiendo a llorar, se la está dando bien.
Alza la copa en una noche cualquiera y brinda por la amistad sincera y suelta una carcajada.
Ha cometido mil errores, algún que otro valió la pena. 
No sabe lo que quiere, pero si sabe lo que no quiere. 
No quiere seguir encerrada presa del miedo, no quiere reciclar más besos.
Que no ha perdido la esperanza, pero, probablemente haya madurado, y su esperanza esté en un punto muy diferente de dónde estaba hace unos meses.
Todo ha cambiado, pero a la vez todo es igual.
Quizás sea impresión suya. Los sentimientos ya no son tan intensos, más bien son difusos, o bien, se han bifurcado. 
Pese a todo ella sigue soñando, despreocupada, dejándose llevar por el momento, concentrada en ser feliz.

Ella puede ser un efímero resplandor o una luz eterna.

Un día en el mundo.

Por la ventana entra un último rayo de sol. Anuncia el final de un época, pero cada final implica un nuevo comienzo.
Vuelven esos días de cuenta atrás para el viernes. El aparecer medio dormida a las ocho y media de la mañana en clase.
Las tardes eternas entre particulares y bibliotecas. 
Regresan los planes, y el soñar con el tiempo libre. Las tardes en el ambigú, y los kinitos del norte.
La ropa nueva para empezar más animados, las celebraciones.
Las sorpresas, sí, sobre todo las sorpresas, las visitas inesperadas y los días perfectos sin planificar.
Vuelve el frío, y con él el edredón de plumas, los pitillos ajustados y ese abrigo tan calentito.
Llega el deseado concierto de Leiva, y algún que otro acontecimiento.
Esta es la época de ponerle una sonrisa a los problemas y de intentar disfrutar de todo. Es el final.
Estamos en ese curso que jamás creímos que llegaría. Y antes de que nos demos cuenta llegaran las despedidas. 
Es el momento de soñar con imposibles, de caer y levantarnos, de equivocarnos y de hacer locuras.
Poner banda sonora a nuestra historia, hacer mil fotos y llorar dentro de nueve meses al recordar la efímera felicidad.
Es el tiempo de nuestras vidas, nos toca ser protagonistas.
Propongo ser felices, disfrutarlo, y hacer que valga la pena.

17, tesoro.

Coge un papel y dibuja 17 sonrisas y algún que otro corazón, no te olvides de escribir la letra de aquella canción que no deja de sonar por su cabeza, y así los recuerdos vendrán solos. 
Año tras año, irán saliendo. Hoy ella hará una reconstrucción de todos sus pasos por esta pequeña historia titulada ''vida'', se dará cuenta que las cosas y las personas van, luego vienen, y que algunas se quedan, que llenan su corazón, cada pedacito. 
Se dará cuenta que las 17 sonrisas dibujadas son por ellas, pero no se da cuenta que todas están ahí porque ella las mantiene, que da por todos hasta lo que no tiene, y que sabe frenar lágrimas, alguna vez también causarlas, pero de esas que son de emoción. Que no para de reír. 
Son ya 4 primaveras a su lado, y mil más las que nos quedan. Que es una persona especial, que una canción de amor se convierte en una de amistad, quizás sea porque nuestra amistad es de esas que ves irrompibles. 
Somos incapaces de ocultarnos cuando estamos mal, tenemos algo así como un sexto sentido, y conectamos de forma especial. Hasta mi madre la considera como una hija adoptiva, así que a mi el denominarla hermana no me suena extraño. Que hemos pasados muchos baches juntas, y tenemos un idioma especial para comunicarnos. 
Que la quiero con locura, y que la he echado de menos todo este tiempo he pensado en su sonrisa y en su forma de caminar, y que tenemos prohibido estar tantos días sin vernos. 
Que todo empezó por una causa y surgió efecto.
Si me canta Turnedo me enamora, y con Años 80 me motivo, y no mil cosas más que no caben.

Princesa, eres lo más importante de todo. Te adoro. ¡Muchísima felicidades! 

Aunque tiren a dar.

Según vamos creciendo nos tendrían que ir preparando para las diferentes fases de la vida.
Nos tendrían que explicar que no siempre vamos a ganar, es más perderemos un millón de veces.
Que llorar es algo natural, que el momento preferido de las lágrimas es la noche. Y que después de llorar te sientes mejor.
Que vamos a reír duro, y bien alto. Que vamos a vivir momentos inolvidables y que nos parecerán eternos.
Que nos van a romper el corazón mil y una veces, pero vamos a pegar cada pedacito con el mejor pegamento que es la amistad.
Que va a haber una serie de personas que siempre van a estar ahí. Que vais a conectar de forma especial, y te van a consolar siempre. Intenta no fallarlas.
Que vamos a cometer mil errores, y que todo tiene solución.
Que la gente va y viene, y un día reaparece y se queda para siempre.
Que las cosas se rompen y todo termina. Que la tristeza forma parte del día a día, como la felicidad, sólo hay que saber encontrarla.
Que en ocasiones 'el que la sigue la consigue' es verdadero y en otro sólo conseguirá hacernos daño.
Que si se pone empeño las cosas saldrán bien, y sino… a otra cosa mariposa.
Que podemos llegar a querer en una semana y a odiar en 5 minutos. Pero para odiar algo primero tienes que haberlo querido mucho.
Que no puedes quedarte en un barco que se hunde por mucho que te empeñes ya que te hundirás con él.
Pero sobre todo disfruta cada segundo, nunca volverá.

Cae sobre ti la bomba universal; no hay colisión, ni ley, ni gravedad, que te pueda hacer caer, aunque tiren a dar. 

Historia de un último soplo de libertad.

Hoy toca mandar besos para todos aquellos que volveremos a ver. Subir a un avión, elevarnos y aterrizar en un universo paralelo. 
Hoy quiero decirle adiós a las complicaciones, al mal tiempo, al estrés, a la rutina. Nos vemos en diez días.
Me voy a evadir del mundo. Me voy a olvidar de todo y de todos.
Quiero un tiempo para mi. Que ya toca.
Quiero aprender a echar de más y no de menos.
Me sobran las preocupaciones y en este último suspiro de verano se las voy a regalar al primero que las quiera. 
Voy a ser como una esponja y me voy a empapar de cada segundo de felicidad, de cada risa.
Volveré con las pilas cargadas y prepara para afrontar cualquier reto.
Pero aún no quiero pensar en ello.

Vamos a embotellarnos.

Arañemos los buenos momentos, hagámonos eternos, sonriamos a los problemas, disfrutemos al máximo de la soledad, en ocasiones es buena.
Dejemos de respirar cuando estemos juntos, o bien cuando estemos separados. 
Saca a pasear mi alegre felicidad, bueno, yo lo haré por ti. Vamos a mimarnos, pero sin tocarnos. 
Arráncale las ganas al tiempo, deja que todo suceda, pero que no se te escape ni un segundo.
Duerme tranquilo y despiértate en mitad de la noche pensando en mi. Dame los buenos días y las buenas noches.
Deja que la función termine, ya empezará otra.
Estropéalo todo y arréglalo con una sonrisa elusiva. Canta bien alto, tanto como para que te oiga desde aquí.
Declárale la guerra al mundo, pierde la batalla. Yo te consolaré, planearemos juntos un nuevo asalto.
Juega con las emociones, hazlas levitar, alto, de forma infinita. Hasta que te pare los pies. 
Inventemos una historia al sol para darle a tus mejillas su color. 
Llorémosle al olvido cuando no sintamos fuerzas.
Saltemos hasta el cielo mientras nos dure la alegría. 
Pero sobre todo bailemos con la felicidad.

Tan cierto como que cada recuerdo será embotellado.

Hazlo infinito.

Yo sólo quiero despertarme así.

Luna de verano.

El cuerpo y el pelo huelen a verano. 
Huelen a ganas de más. A días eternos en la playa. A noches con las amigas. Noches como la de hoy. 
Hoy nos despediremos de muchas cosas. Más de las que creemos. 
Diremos adiós a la primera etapa del verano. 
Ha sido fantástica. Cada año se supera. Y no deja más que un sabor dulce para el que viene. 
Hoy como última noche quiero estar con ellas. 
Quiero disfrutar cada instante de esta noche. Será la última del verano. 
Para ello sólo necesito unas cuantas sonrisas junto a mi, mis tacones más altos, y nuestras ganas de comernos el mundo... y la noche.

Hasta el verano que viene Suances.

Nunca saber dónde puedes terminar, o empezar.

Empieza la partida de 0.
Ella se acerca, lentamente, sonríe. Sabe que esa noche va a ser la definitiva. La que lo va a decidir todo. Pero no sabe hasta que punto.
Saluda. Sin miedo. Se convierte en la persona más simpática y agradable del lugar. 
Sabes de sobra cual es su objetivo de esa noche, pero tu intención no es más que meterte en medio y hacerla tuya.
La camelas con palabras preciosas, y la acusas de ser la única que te ha tratado bien en toda la noche. 
Tres palabras. Dos miradas. Una sonrisa. Es tuya.
Te inclinas y la besas. Ella te corresponde. Se siente la chica más especial del mundo.
Se acaba la noche. 
Ella se va a su casa sin dudas. Sabe que ha hecho lo correcto.
Pasan los días. La vuelves a ver. Desde lejos puedes percibir su mal humor por tu tardanza. Llegas y su cara cambia. Se ilumina. Parece que tienes un efecto magnetico sobre ella.
Dais ocho pasos y no aguanta más. Se inclina y te besa con todo el amor que llevaba tanto tiempo guardado.
Es hora de la despedida. Ella no quiere irse. Daría lo que fuera por quedarse una hora más contigo. Pero no es posible. Se aleja. Pero antes de que nadie se de cuenta se da la vuelta y te besa por última vez. Un beso corto. Sencillo. Sincero. Un beso de hasta mañana.
Y cuanta razón tenía ese hasta mañana.
Jamás pensaste en encontrarla allí. Y menos en esa situación. No sabeís ninguno de los dos que hacer. 
Ella se muere de ganas por sentarse a tu lado y decirte que quiere pasar toda la tarde contigo paseando.
No pasa nada. Silencio. Tensión. Alguna mirada complice. 
"Todo va a salir bien" esas son las cinco palabras fetiche de sus amigas. Confía en ellas como si no hubiera mañana. Sabe que se alegran de verdad por ella.
Ella te va a dejar jugar con su corazón. Deja a demasiada gente jugar con el.
Pero trátale con cuidado. Aparentemente está sanado y fuerte, pero es frágil, mucho.
Ella sólo quiere tener su cuento de principes y princesas.
No la dejes que se encapriche de verdad a menos que pretendas encapricharte tú de ella.
Pero por ahora todo empieza de 0. Dejemos que la partida avance.

Si quieres bailamos.

Nos pasamos el día haciendo un pulso cabeza-corazón,y viviendo rápido para no pensar, abriendo portales de un calentón, creyendo que dándonos más besos que estrellas saldrán hoy. Sabemos que nacimos para estar en un conjunto y que reír es lo más serio. Vivimos para planear el asalto al mundo, poniendo a la peña de pie, que vamos a hablar de más y a enredar un poco, y que mi sangre va a correr por tu tripa. Nos quedan dos miradas, hagamos el amor en un instante, pero también quiero que nos olvidemos del tiempo perdido, despertar y ver que aún estás. Que quiero que sepas que para mi lo fácil es odiarte, pero debo de estar haciéndome vieja, como también te puedo decir que correr detrás de ti son mis planes, y que soy un animal, que no entiendo de nada y todo me sale mal. Pero, cariño, es que estar cerca de ti me volvió loca, y, todos los planes que hicimos se fueron al carajo, pese a todo, este es nuestro último encuentro, nos merecemos un buen recuerdo. Bueno, ya sabes, yo soy de las que se bebe de un trago el miedo, y ya que está estropea todos sus planes, y pertenezco a las superhermanas, si, eso que dicen de que siempre con ganas. Y que no quiero estar ni un minuto más deshojando una verdad, pero, es que todo lo haces mal, controla un poco corazón, que me he quedao pillada al verte, me pareces otro, pero eres el más grande, eres un terremoto. Ya verás, esto va a parecer un accidente y no un crimen pasional, te lo prometo, se van a fundir los días largos y los besos guarros, que te crees, yo me conformo con bailar un rato con la felicidad, pero un rato largo, te aseguro que yo curo más que todo lo que puedas respirar, y madre mía, como nos gustan los números impares. Y, ya que estamos, dime que te cuesta decirme vale, porque, de verdad, no hay nada como las noches de verano, no hay nada como las ganas que te tengo.

Tengo personalidad adictiva y tú eres mi sustancia preferida.

Vete donde tus pies y los vientos te lleven.

Y si un buen día decidimos coger un tren, un tren con un destino cualquiera, o hacemos eso que sale en las películas de coger el globo terráqueo, girarle, y con los ojos cerrado elegir un destino, o mejor aún, coger un barco a una playa desierta.

Y si un buen día decidimos romper la rutina. Decidimos acabar con todo. Aunque sea sólo por un tiempo. Quizás encontremos eso que andamos buscando por la ciudad como locos, o quizás suframos un encuentro casual gracias al capricho del destino que supere con creces cada plan soñado. Seríamos plenamente felices. Puede que al principio eches de menos toda la comodidad que te transmite la rutina, pero, ten por seguro que el último día lloraras, lloraras por tener que volver a ella, por lo fantásticos que fueron esos días tu sola alejada de todo.

Yo hoy brindaría por la morriña, sí, suena extraño, pero la morriña es el mejor de los recuerdos, ya que es la nostalgia de algo que no vas a tener temporalmente, y si sientes nostalgia es porque fue muy bueno, y siempre quedará en tu memoria, imborrable. Como el primer amor. 

Perdida en un mar de dudas.

Llega un momento en el que no sabes exactamente lo que te pasa, si necesitas un abrazo de ellas o evadirte del mundo. No sabes si estás luchando de más o quizás de menos. Has llegado a un extremo de locura que no habías tocado nunca. Andas medio dormida, dejándote llevar, viendo pasar los días sin esperar nada de ellos. Sólo estas sobreviviendo. Se te ha olvidado que era eso de vivir. Necesitas recargar las pilas, pero no sabes como. Puede que durmiendo 24 horas, o pasando el día entero en la playa. 
De momento sólo sé que voy a ir a por todas con el último esfuerzo, que voy  a sacar fuerza de debajo de las piedras, que mis planes saldrán adelante. Y, sí, tú estas dentro de ellos. 

Cierra los ojos y verás.

Aunque tú no lo sepas me he inventado tu nombre, me drogué con promesas, y he dormido en los coches. 

Eres grande, como el que más. Complicas lo fácil, y facilitas lo difícil. Eres especial. O, simplemente, eres tú. Tú y tu sonrisa elusiva. Tú y los pequeños recuerdos. 

Tú y tu facilidad de volverme loca. 

Es tan fácil ser feliz.

Buenos días mundo. Si hay algo que me gustaría hacer hoy es agradecerlas a ellas por estar ahí siempre. Por ser ellas y no otras. Por ayudarme a superar cada error. Por ser fuertes, fuertes como olas. Por amar y ser amadas. Porque tarde o temprano nos íbamos a juntar, estábamos predestinadas. Por cada segundo. Por saber todos y cada uno de mis defectos y pese a ello seguir siendo mis amigas, bueno que digo amigas, son mucho más que eso, son hermanas. Por todo lo vivido. Por todo lo que nos queda por vivir. Pero siempre con ellas. Por poder decir que ya son eternas, que son un todo. Porque la mitad no está aquí conmigo, están lejos, pero volverán. Por saber que siendo ellas va a durar, va a sobrevivir contra viento y marea. Porque somos un puzzle un hermoso puzzle, en el que si falta una, el puzzle está incompleto.

Sois todo lo que tengo, mi tesoro más preciado, sois lo único que es cierto, sois mi suelo y mi tejado, sois caricia y sois talento, sois la critica que guardo, sois lo que os dado el tiempo, sois lección de amor, y os amo.

Prohibido estar tantos días sin vernos.

Podría decirse que tengo personalidad adictiva, y tú eres mi sustancia preferida. Que he conseguido lo que quería. Pero lo que quería hace cinco meses. Ahora me sabe a poco, a demasiado poco. Puedo decir que últimamente las cosas salen genial. Pero también que he tenido una mala racha muy larga. Creo que nunca me cansaré de las noches de verano, de amanecer a las tantas y no saber si aún vas pedo o tienes la mayor resaca de tu vida. Que no hay nada como las ganas que te tengo. 203. Ese es el número clave. Esas son las ganas. Eso es todo. Esto esta durando demasiado para no ser nada. Diría que nunca antes había estado así, pero sería mentir. De aquella vez sólo recuerdo la decepción y lo mal que termine. Además, era una situación muy similar. La mayor diferencia es que yo he cambiado. He madurado. Me he vuelto valiente, mucho. Y quizás gracias a esta nueva valentía sea capaz de mucho más. De seguir adelante. 

De pasar más noches con tu jersey azul.

Sin ti las emociones de hoy no serían más que la piel muerta de las de ayer.

El día de hoy le podría calificar como perfecto si me lo pidieran, han pasado muchas cosas que hacía mucho tiempo que quería que sucedieran. Desde la mas insignificante nimiedad hasta la más deseada de todas. 
Quizás hayan sido demasiadas emociones para un sólo día, a lo mejor no me he dado cuenta de lo importante que ha sido todo, pero puedo decir que he disfrutado del día.
Me he quedado con ganas de más. Ganas de que cada nimiedad se convirtiera en una historia que valiera la pena contar. Una historia de esas que cuentas a las siete y veintisiete de la tarde en un bar cualquiera rodeada de tus mejores amigas y unos cuantos gofres. De esas historias que alguna parte la exageras y otra cuentas de menos.
Y después de imaginártelo sueñas con que el resto de tus días transcurran así, sin planificar, pero perfectos. Ya sabes, más o menos eso que te dicen que las cosas suceden cuando menos las esperas.

Corriendo por mi sangre noche y día.

No necesito velocidad, quiero que las cosas pasen tranquilamente, sin prisas, pero que pasen. No necesito tenerlo todo, sólo tener lo justo y necesario para ser feliz. Ya que ser feliz es cuestión de motivación, de saber esperar, de disfrutar momento a momento lo que toca vivir, sin dejar escapar ni uno, y todo esto hay que hacerlo con ilusión, si no, no vale, ya que, la ilusión es la chispa que nos mantiene con vida.
Y esa debería ser nuestra única meta, ser felices.

Y, ya puestos, ¿Por qué no ser felices juntos?

Mientras me quede voz te seguiré cantando.

Vuelve a salir el sol, ayer se acostó triste mi corazón, pero hoy me he levantado, y eso es lo importante.

Tengo, miedo, temor, fantasmas del pasado y de la razón, mi lucha de gigantes, mis historias del arte.

No quiero que dejes nunca de preguntarme, qué tal estás hoy, qué bien se ve el mar.

Mi corazón  ha puesto un anuncio en televisión, tampoco pido tanto, un tipo normal que me dé la mano y que me diga que sí, que me acompañe a ver esa exposición, que hay en mi imaginación, que quiere disfrutarlo.

Pero es necesario que sepas que si un día te ahogas te iré a rescatar.

La primera vez que escuché esta canción la pase desapercibida, estaba escuchando toda la discografía de 84 y no me llamo tanto la atención, ahora se ha convertido en una de mis canciones favoritas, con ella me puedo identificar de muchas formas. Me hizo comprender que aún soy dependiente de muchas cosas, que me cuesta dormir sin que me den las buenas noches, sea quien sea, que un te quiero antes de dormir puede hacerte descansar mejor, aunque no me gusta que me los regalen, me gusta que sean auténticos. Y la dependencia no se basa sólo en eso, te das cuenta de ella cuando crees que ya no la sientes hacia algo, pero a la mínima señal de vida recaes. Así que mejor estar preparada para ello.

Por tener, que no falte.

Tengo veinte mil formas de pedir a gritos un poco de calma, de esperar, paciente e impacientemente, tengo ganas, ganas de todo. Ganas de verte. Ganas de disfrutar. Ganas de que el verano dure 12 meses. Ganas de que sea miércoles. Ganas de que me digas ''te he echado de menos''. Ganas de que me lo demuestres. Tengo cincuenta y seis sentimientos diferentes. Tengo todo y no tengo nada, depende de como lo mires. Tengo sueños en lugares ocultos y sonrisas extras para cuando estoy triste. Me gusta planificar cada paso y a la vez improvisar cada movimiento. Pienso que todo llega cuando menos te lo esperas. Tengo amigas que lo son todo, y gente que era mucho y ya no es nada. Tengo un historial de amores soñados y no cumplidos demasiado grande. Tengo un millón de conciertos a los que ir. Tengo muchos grupos aún por descubrir. Tengo nuevos comienzos que relatar, antiguos que quemar y algún que otro que continuar. 

Y casi te tengo a ti.