viernes, 6 de julio de 2012

Sin ti las emociones de hoy no serían más que la piel muerta de las de ayer.

El día de hoy le podría calificar como perfecto si me lo pidieran, han pasado muchas cosas que hacía mucho tiempo que quería que sucedieran. Desde la mas insignificante nimiedad hasta la más deseada de todas. 
Quizás hayan sido demasiadas emociones para un sólo día, a lo mejor no me he dado cuenta de lo importante que ha sido todo, pero puedo decir que he disfrutado del día.
Me he quedado con ganas de más. Ganas de que cada nimiedad se convirtiera en una historia que valiera la pena contar. Una historia de esas que cuentas a las siete y veintisiete de la tarde en un bar cualquiera rodeada de tus mejores amigas y unos cuantos gofres. De esas historias que alguna parte la exageras y otra cuentas de menos.
Y después de imaginártelo sueñas con que el resto de tus días transcurran así, sin planificar, pero perfectos. Ya sabes, más o menos eso que te dicen que las cosas suceden cuando menos las esperas.

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