sábado, 14 de septiembre de 2013

I will always want you.

Es muy posible que sea más taciturna que el mar intentando besar la orilla, y creo que no existe un ejemplo mejor. 

Me quitaste el frío una noche de invierno y me dejaste pensar que me ibas a robar la primavera pero lo único que me robaste fueron las ganas de más, luego te odié por ello para terminar odiándome por odiarte.

No sé hasta que punto me hubiera hecho bien haber tenido esa conversación contigo, no sé si nos hubiéramos robado el tiempo que no hemos estado juntos o tan sólo lo hubiéramos echado a perder.

No sería capaz de contar el número de veces que he intentado decirte algo y al final me he tragado las palabras y he paseado mi sonrisa. Pero ahora es tarde, bueno, lleva siendo tarde todo este tiempo. -Aunque el problema es que a veces es uno y otras son dos, y al final no es ninguno.-

Esta podría ser la declaración de amor más bonita del mundo, pero aunque me atreva a firmarla no me atrevo a dedicártela, no tiene dueño, yo tampoco. Y ahora río al recordarte porque las lagrimas amargas me deprimen y ya estoy feliz. 



Aunque algún día lo hablaremos todo, entonces te dedicaré la declaración de amor más bonita del mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario