Las noches en las que suena Sabina son tu puro retrato.
Imaginémonos que una madrugada se juntan ambas.
¿Sabes qué pasa? Que a veces el hielo quema más que el mismo fuego, y algo así me pasa contigo, los fracasos me hacen fuerte.
Que debería alejarme de ti, ambos lo sabemos, pero no se a quién le gusta más estar con quién.
¿Y si nos estamos volviendo locos con tan tontería? Bueno, yo me vuelvo loca, tu sigues a lo tuyo como siempre mientras yo juego a no perder la esperanza cuando veo como un verano más te enamoras de otra.
Cualquier día me tomo un par de tequilas y firmo llorando mi confesión, pero, si la primera vez no sirvió, ¿Por qué iba a funcionar la segunda? ¿Por qué sigo empeñada en lo mismo?
Pero es que cada vez que beso a alguien distinto me enveneno y me autoengaño, y... no sé que voy a hacer conmigo misma...
Ya valieron las confesiones por hoy.
Una madrugada de un
miércoles cualquiera.
Las madrugadas siempre
se me resisten
y nunca se me dieron
bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario