lunes, 4 de marzo de 2013

Era su destino bailar con todo lo prohibido.

Llega un momento en el que las resacas se vuelven amables, el recuerdo de las risas del día anterior te traslada a momentos mejores. Las películas románticas siguen salvando hasta los domingos más amargos. Salidas con sabor agridulce, amigas con mil sonrisas para endulzar la situación. Bailes imposibles en medio de la calle, besos al aire.

Todo ello demuestra el amor, el cariño y la confianza de personas. La juventud, tan solo estar cansado los lunes. Amores de media noche, o de un cuarto de ella, si cabe. Al fin de cuentas la perfección no entra en mis planes, ni si quiera en mis metas. 

Se trata de llamar la atención en el momento indicado, de ser poco disimulado cuando tienes que demostrar tu objetivo, al fin y al cabo, puede que mi destino sea bailar con todo lo prohibido. 


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