Las noches eternas mueren, y que los besos saben todos igual.
Las sonrisas son efímeramente preciosas, y los ojos son el espejo del alma, sólo dentro de ellos puedes ver el amor. Sino lo ves será que no es tu amor.
Hay algo que siempre vivirá, pase lo que pase, y es el corazón, nunca te podrás vacunar de los sentimientos. A veces te harán sonreír, otras tantas llorar. Pero te harán sentir persona.
Haz lo que quieres de verdad, pero, no te eches a perder, otra vez no.
Desde aquí escucho una dulce melodía que me inunda de bonitos recuerdos, sólo se trata de cerrar los ojos y creer que todo es verdad.
Pese a todo sé que nunca cumpliré eso de la soledad, por mucho que me ponga dura. Me gusta tener siempre a alguien junto a mi, sentir que no estoy sola. Que aunque las noches mueran siempre nos quedará la ilusión, y que los besos saben igual, pero no sientes lo mismo.
Celebraré que la felicidad nos abraza una vez más como si fuera a ser eterno.
Le susurré al tiempo que la batalla terminó, que ya he aprendido la lección, no cometeré el mismo error.
O, quizás, sí.


