domingo, 15 de junio de 2014

Apágame la luna que no me deja dormir.

Puede que ahora sea más yo, aunque no sé cómo se mide todo lo ``yo´´ que puedo ser.
Sólo sé que ahora sonrío más y refunfuño. 
Canto doscientas canciones al día y no me sé la letra de la mitad. 
Chillo cuando hablo y susurro que no quiero que te marches. 
Cuento los días y pierdo la cuenta.
Desordeno mis pensamientos pero cada cosa sigue en su rincón. 
Duermo menos y es que, a veces, estar despierto es bueno. 
Sueño más, y en ocasiones no es sueño, es realidad.

Y tiene que ver más allá de como me comporto.
Será algo así como la esencia, que la siento más real. 
Como cuando anochece y la dama de noche desprende su olor, su esencia. 


Será que ha oscurecido
o que tú me has apagado la luz y la luna.