viernes, 25 de abril de 2014

Para que la luna llena nunca choque contra el suelo.

A veces temblamos todo el día. 
A veces reímos constantemente.
Y a veces, muy pocas, pasan ambas cosas a la vez.

La primera nos pasa cuando tenemos miedo, el terror se apodera de cada uno de tus huesos y entras en un estado de intriga, también sucede cuando estamos muy nerviosos, precisamente por la misma intriga.

La segunda nos pasa cuando suceden cosas graciosas y las carcajadas salen como acto reflejo dándonos la vida, también cuando somos muy felices, tanto que necesitamos contagiar esa felicidad de alguna forma.

Que ambas sucedan es algo mágico causado por el nerviosismo y la felicidad. Y hasta aquí puedo leer...