La lluvia está borrando los recuerdos que estaban
impregnados en cada centímetro de la ciudad, la está dejando vacía de amor y
llena de naufragios. También se está llevando las lagrimas.
Hace tiempo que no tengo nada que borrar, no tengo que jurar que estoy bien para creérmelo.
En el fondo siempre he querido creer que un beso de amor es aquel que se da bajo la lluvia, así que últimamente cada día es una nueva oportunidad, quizás entonces la ciudad se equilibre y el amor que a unos les falta a otros les regala.
El frío te hiela los huesos, y con los pies fríos no se piensa bien, pese a ello puede que si tiene claro el objetivo... Por ahora vamos a seguir tranquilos debajo del paraguas, si todo sale bien puede que le tiremos para bailar bajo la lluvia.
Pero sólo si tú bailas conmigo.
